Boca o River,
de carne o de pollo, de grasa o de manteca, blanco o negro. Polaridad, opciones
simples y silvestres que denotan polos opuestos.
Pero que
sucede cuando ambas opciones, lejos ya de saber si son similares o diferentes
pasan a ser algo negativo para quien elige?
A quien querés
mas, a mama o a papa? Como te gustaría morir, en una cama o aplastado por el
tren? Porque tendría q elegir una opción
entre alternativas que no me favorezcan? Es que simplemente no puedo escoger
querer a mis padres por igual y no morir?
Es aquí entonces,
donde aparentemente debo optar por la cobarde y estúpida opción falacia del mal
menor.
Y que es el
mal menor?
Y mira
Carlitos, es una alternativa en la que no estás tan mal, o sea: si, estas mal; pero
mira que sino la elegís, vas a estar
peor.
Es una
evidente decisión tomada a partir del miedo. Lo peor que se puede hacer ante
opciones perjudiciales para la propia voluntad e intereses, es vendarle los
ojos al espíritu crítico y al sentido común y seguir al rebaño.
Entonces, qué
hacer? Puedo negarme a elegir?
Sí, claro
que podes. Por qué tendría que darle la derecha a mi verdugo? Pero esa mi
amigo, es una salida fácil. Porque siendo parte de un intento de sociedad, las
responsabilidades ciudadanas cuentan tanto por opción u omisión; asique el no elegir,
si bien dejaría a nuestras ideas y espíritu descansar en paz, nos hace tan cómplices
como al que eligió. Por eso después te encontrás con menemismos y kirchnerismos
a los que mágicamente nadie votó.
Pero, no me
estás dando ninguna solución. Tengo dos opciones y no se cual elegir.
Y bueno
hermano, cuando el agua llega al cuello, ya no hay filosofía que valga ni
tiempo para ver de dónde viene la rotura. No aparecieron malas opciones de la
noche a la mañana, no existen los salvadores, ni en el futbol ni en la política.
Los
gobernantes a los que nos dicen que elijamos en la urna, ya fueron elegidos
previamente por corporaciones muy lejos de un cuarto oscuro.
Pero deben
ser legitimados. Entonces se monta una vez más toda la parafernalia electoral,
juramos sobre la constitución y la rueda vuelve a girar.
Es evidente
que este tipo de democracia no es efectiva ni sirve a nuestros propios
intereses, el de nosotros, la mayoría, los laburantes. Es evidente que todos
los gobernantes se sientan a hablar con el empresario antes que con el obrero.
Porque el ciudadano común, que no encuentra representatividad en una manga de
corruptos que día a día vacían el país, no puede hacer valer su voz a través de
un tipo que se queda dormido al ocupar su banca en el congreso.
Entonces de
que mal menor hablamos señores? Acá no es “guarda que viene la derecha” o “saquemos
a los ladrones kirchneristas” ese argumento estaría bien para un preescolar,
pero para gente mínimamente informada que lee entre líneas se dará cuenta que
la forma de hacer política no sirve más.
Por qué,
por ejemplo, el voto no puede servir para que yo elija las leyes que se vayan a
implementar? O para decidir en qué gastar el presupuesto nacional? Porque tipos
de traje y corbata del exterior tienen que decidir por mi sobre el dinero que
extraen día a día de mi sudor?
La
democracia debe ser directa. Hagamos votaciones todos los fines de semana si es
necesario, decidamos nosotros mismos qué camino seguir, no le regalemos el timón
del barco a gente que simplemente quiere enriquecerse a costa de los demás.
Seamos
vivos, no la viveza criolla del pelotudo, seamos inteligentes. Porque te pensás
que la gente esta apolitizada? Por qué nadie se mete? Porque los que están lo
saben, se dan cuenta, por eso ellos están y vos no. Te cooptan con propaganda,
con entretenimiento y con desinformación y así sos un ente maleable que se
acuerda de que cada 4 años debe meter un sobre en una urna.
Entonces hagámosles
marca personal, que sientan nuestra respiración en su espalda, que el pueblo no
negocia lo que es elemental para el ser humano. Que no te voy a aplaudir cuando
inauguras un parque industrial, porque es tu obligación como gobernante.
Estamos mal
acostumbrados, que cosas ordinarias parezcan extraordinarias, cuando tendrían que
ser normales.
O que el
presidente tenga los poderes de un emperador romano, cuando debe ser el empleado
de cada habitante del país y debiera responder ante cada necesidad de las
personas a las cuales representa.
Lo único que
como pueblo solicitamos es trabajo, educación y salud. Eso de lo que siempre se
llenan la boca los políticos en campaña.
Yo no tengo
problema en que utilicen lo que sacan de mí para construir rutas, escuelas,
pagar sueldos a médicos o comprar pintura blanca para una senda peatonal.
Pero no me
roben, y cumplan la voluntad de la gente que los eligió; que el helicóptero para
irse lo tienen a disposición.