sábado, 16 de noviembre de 2013

Solo los muertos aman los cerebros





Baltazar era un pobre desgraciado. El mas desgraciado de todos. Envidiaba a los demas por tener mas dinero, belleza o mejor suerte; en fin, envidiaba y odiaba a todos los seres vivos por igual.

Cierto dia, en un cruce de caminos, apoyó un cuenco con ingredientes que previamente habia recolectado, sacó un viejo papiro de sus bolsillos y leyó unas frases en voz alta.

Segundos despues el diablo se hizo presente. Baltazar dijo que queria venderle su alma a cambio de ser poderoso, millonario y que el resto de los habitantes del planeta fuesen tan miserables como el lo habia sido.

El diablo le dijo que no podia hacer eso. No podia cambiar los destinos de todo el planeta porque eso ocasionaria una guerra con dios, y en ese momento estaban en tregua.

Baltazar se enfurenció, pero el diablo le dijo que podia brindarle los medios para lograr su cometido. Le propuso darle otro cerebro, pero a cambio se llevaria su corazón.

Baltazar aceptó, firmó el contrato con su sangre y el diablo desapareció, no sin antes advertirle que si algun dia alguna persona o ser vivo tenia un gesto amable hacia el, moriría en el acto.

Baltazar respondió que a el no le importaba nadie y se fue satisfecho.

En los siguientes meses su situación cambio drasticamente.

Comenzó a ganar dinero, mucho dinero. Era dueño de empresas que compraban empresas, de bancos, aeropuertos, casinos y hoteles. 
Compró casas, autos, barcos y luego mas casas, mas autos y mas barcos.

Pasaban los dias, y cada segundo era mas y mas rico.

Pero para el nunca era suficiente, siempre queria mas dinero, mas poder, mas control. Disfrutaba al someter y humillar a los que ahora trabajaban para el. Disfrutaba haciendo infeliz la vida de los demás.

Una mañana, mientras se dirigia a comprar unos 14 autos para las 14 casas que habia comprado el dia anterior, el vehiculo en en que viajaba Baltazar se detuvo subitamente.

Le preguntó al chofer porque se habia detenido y este le respondió que habia manifestantes reclamando en la calle mas adelante.
Baltazar le ordenó que acelere y los pase por arriba, ya que estaba llegando tarde a su reunión.

El chofer indignado se bajo del vehiculo y Baltazar le dijo que era un idiota y que lo haria el mismo.

En ese momento, mientras Baltazar se dirigia al asiento del conductor, una niña se cruzó en su camino, lo besó, y se fue corriendo.

A Baltazar le agarraron convulsiones, comenzó a sentir frío en su cuerpo, sentía que se ahogaba. Quedó tendido en el pavimento temblando.

De pronto apareció el diablo, que le dijo que venia a cobrar la deuda.

Mientras agonizaba, Baltazar le preguntó al diablo como podia ser posible, si el nunca habia sido bueno con nadie, que esa niña se acercara de la nada a besarlo.

Y el diablo respondió que una hora antes habia hecho un trato con la niña, quien le habia pedido cambiar su cerebro por otro corazón. 
 


lunes, 23 de septiembre de 2013

Las armas las carga cualquier pobre diablo





DIA 1

Solamente te das cuenta que el aire es mas fresco, que el sol es mas brillante y que los colores son mas vividos que antes; una vez que dejan de apuntarte con un revolver en la cabeza.
Hasta ese momento todo encaja en los grises, mas claros, mas oscuros; pero grises al fin.
Las cosas que no tienen sentido lo cobran, las que tienen sentido lo tienen aun mas. 
A partir de ese momento, tratas de exprimir cada segundo, de gastarlo hasta hacerlo desaparecer antes de tomar el siguiente.
Esa sensación de una segunda oportunidad, de volver a nacer; maquilla todo lo normal y ordinario e intenta provocar una sensación de renacimiento, aunque solamente es mas de lo mismo, visto desde otro ángulo.
Y de eso se trata todo, del punto de vista desde donde se miren las cosas.

En este caso, tenemos dos perspectivas, la mía y la del tipo que me apuntaba.
La mía era la de la cooperación resignada, darle la billetera y que se vaya al carajo.
La del tipo era la del despotismo y la dominación. Era quien controlaba los tiempos, quien en ese momento tenía posesión sobre mi vida.
No solo por el arma que me apuntaba continuamente a la cabeza, sino porque su principal aliado era el miedo que veía en mi. Y ambos lo sabíamos. 
Y hasta que el no decidiera que las cosas habían terminado, me tenia con la soga al cuello.

El dinero que tenia encima no pareció alcanzarle y me lo hizo saber con un golpe que me tiro hacia un costado.
Solo cuando le di mi reloj, mis zapatos y empezaron a sonar unas sirenas a lo lejos, el tipo se dio media vuelta y desapareció en la noche.
La saque barata, me repetía mientras volvía caminando a mi casa. 
Sin dinero para un taxi y sin zapatos camine 40 cuadras hasta el departamento.
Tuve suerte, repetía; aunque en el fondo no lo creía. Esa sensación de impotencia que da el ser apuntado, no la provoca nada más. Y el que apunta sabe que tiene el poder solo porque tiene el arma. Porque si la situación fuese al reves, también sabe que yo no dudaría en vaciarle el cargador en la cara.
Y esos segundos posteriores, después que el tipo desapareció, son los más preciados; son la diferencia entre seguir respirando y desangrarse en un callejón mugroso.
Tuve suerte…





DIA 63

El último golpe había sido muy bueno, capturamos un convoy con un valor estimado en 1.4 millones de dólares entre armas, droga y billetes. Como se dice un buen trabajo.
Pero no había tiempo para celebrar, uno de los capos del cartel de los zetas estaba en la ciudad y era la oportunidad perfecta para eliminarlo y retomar parte de nuestro territorio.
Pareciera ayer cuando compre mi primer arma, el “ángel de la guarda”, como llamaba a mi magnum 357. 
Desde ese dia, mis habilidades con el revólver y por conseguir dinero fácil, fueron creciendo a la par rapidamente.
Al principio era solo entregar paquetes y recados, luego pequeños trabajos de custodia y vigilancia, luego vino lo bueno y bien pago.
Fue tan rápido que cuando me quise dar cuenta ya era uno más dentro del cartel.
Tenía todo lo que siempre había soñado, casas, autos, mujeres; todo estaba al alcance de mi mano con solo chasquear los dedos.
Pero mientras más te vas sumergiendo, más difícil resulta salir, hasta el punto tal en que salir significa pasar de vivir en una mansión a un cementerio.
No quería salir, era bueno en lo que hacia. Era bueno matando. Había nacido para esto.

Fue uno de los ultimos trabajos. Estuvo condenado desde el inicio. 
Creo que fue el principio del fin.
El plan era sencillo, entrabamos al bar donde se juntaban los capos de los zetas, los llenábamos de plomo y nos íbamos. Simple, entrar y salir.

Pero si algo aprendi, es que lo que parece simple nunca lo es.
Fuimos emboscados por los zetas con ayuda de los federales, quienes les liberaron la zona. Fue una carnicería. Casi todos los nuestros murieron, con excepción de mí y dos más, con quienes logramos escapar por los techos, hasta una camioneta que nos esperaba al otro lado de la ciudad.

Yo tenía un disparo en un hombro, mientras que los otros dos murieron en el camino de regreso.
Los riesgos del trabajo son elevados, pero es parte del juego.
Esta vez, tuve suerte…





DIA 106

Es gracioso como suceden las cosas, de manera imprevisible y aleatoria. Cuando más queres controlarlas, más rápido se van al carajo. 
Y cuando estas en caída libre es imposible frenar, solo podes rezar para que la caída sea lo mas rápida y menos dolorosa posible. Es una lastima que no sea creyente.
En fin, ahora me encuentro en una habitación, en un hotel en el medio de la nada, aunque es cuestión de tiempo para que me encuentren y me maten o me encierren de por vida, eso depende de quienes me atrapen primero.
Pero lo van a hacer, de eso no tengo dudas.
Cuando te metes con la gente equivocada las cosas siempre acaban mal.
Solo hay una forma de salir. De escapar, de terminar con todo.
Y esa salida la tengo al alcance de la mano, es mi único boleto de ida.
Solucionadora de problemas por excelencia, la magnum se sentía como una caricia al apoyarla sobre mi sien. Todo lo que tenia era una bala. Era todo lo que necesitaba en ese momento.
Ya sabía bien lo que era la presión del frío metal sobre mi cabeza. Pase por eso innumerables veces. Todavía recuerdo la primera vez, cuando ese tipo me asaltó en el callejón hace unos meses.
Luego me lo cruce unas semanas más tarde, mientras el salía de robar una tienda. 
Pero la diferencia es que para ese entonces, yo también estaba armado.
Me cruce en su huida, el pareció no reconocerme y cuando quiso sacar su arma le volé la cabeza. Recuerdo como estalló, como alguien que revienta una sandia con una maza. La magnum es un arma letal y destructiva.
Fue el primero de una larga lista. Lista que me llevó a donde estoy ahora, con mi propia arma apuntando hacia mi cabeza.
El destino es un sarcástico hijo de puta.
En ese momento una lluvia de balas inundó la habitación donde estaba. Instintivamente me tire al piso. Si bien quería acabar con mi vida, quería que fuera con mi propia arma, no con una bala de un sicario mexicano, era cuestión de principios. Además ellos no iban a darme la chance de la salida rápida, todo lo contrario.
Tirado en el piso, volví a ponerme el arma en la sien, gatille pero la bala no salió.
Se había trabado en la recamara. 
Mientras tanto las paredes de madera de la habitación eran despedazadas por constantes ráfagas de disparos.
Despues de unos 2 o 3 minutos, los disparos cesaron. Me encontraba tirado en el piso intentando volver a colocar la bala en la recamara. Apreté el gatillo cientos de veces pero el arma no se disparaba.
En eso, uno de los sicarios entró a la habitacion, se acerco a mí, y río mientras veía como intentaba matarme sin éxito una y otra vez.
Sacó su revolver y me apuntó. 
En ese momento, el gatillo de mi revolver cedió…
Tuve suerte.

 

viernes, 23 de agosto de 2013

Edipo era un boludo




Imaginemos que una mujer de unos 22 años dona un ovulo. Paso siguiente ese ovulo es fecundado por el señor X y depositado en el vientre de otra mujer que actua como una incubadora.

Pasa el tiempo, y por circunstancias azarosas, esa mujer donante del ovulo y ese humano formado como un rompecabezas de 50 piezas se encuentran en una cama.

El hombre embaraza a esa mujer que seria su madre, por lo cual esta tendria un hijo de su hijo. Por lo que el hombre seria hijo de su madre y a la vez padre y hermano de su hijo, el hijo seria hijo de su madre, hermano e hijo de su padre y la mujer seria madre de ambos y bastante puta.


En ese momento pueden pasar 2 cosas:


1  1-    Se crea un paradoja infinita en el universo con resultados apocalipticos y el mundo explota.

2  2-    Chuck Norris golpea a tu puerta y te apuñala con una pelusa.


Ahí vengo, me estan golpeando la puerta...




jueves, 18 de julio de 2013

El enemigo es el tiempo




El tiempo. No se oye, no se siente, ni se ve; sin embargo ahi está. Tan abstracto y tan real a la vez.
La vida de las personas deberia medirse en momentos, sean felices o tristes, pero en momentos; no en tiempo, es algo injusto que asi sea.
Y es el doble de injusto, y le genera tanta impotencia al ser humano (que tiene la idea fija de que todo puede poseer y todo lo puede controlar) ser vencido tan facilmente por un rival que se le rie en la cara de su rudimentaria existencia.
Y el hombre solo sabe que el tiempo esta ahi; acechandolo, moviendolo a gusto y placer como a un titere; cuando se ve reflejado en el espejo y se encuentra con su imagen presente, que ya no es la ayer, ni sera la misma de mañana. La de ayer la recordará en fotos, la de mañana la imaginará viendo a sus padres; pero eso poco importa porque el tiempo siempre tiene la última palabra.
Incontables veces se ha señalado a la muerte, ser la nemesis, la principal amenaza, la antagonista numero uno, al momento de mencionar la vida. Es un error muy grande y muy común; sería como culpar al mensajero por traer una mala noticia.
El papel de la muerte es muy reducido, muy pequeño. Es tan solo el sicario de la vida haciendo su trabajo: vencer al tiempo. La vida y la muerte son aliados, con tareas opuestas, pero aliados al fin; una no existe sin la otra. La vida es el comienzo, la muerte el final, todo lo del medio es dominio absoluto del tiempo.
Visto asi, suena como una tragedia griega. Creo que no debe ser así, la vida debe ser vista como una oportunidad o una experiencia, existen millones de razones para que hoy no estemos acá, para que en este momento no pudieses leer estas palabras que estoy escribiendo.
Si no hubiesemos sido el primer esperma que llego al ovulo, si nuestros padres nunca se hubiesen conocido,etc. Comparativamente son unos pocos (pese a ser miles de millones los habitantes del planeta) los que por medio de circunstancias azarosas cruzan el umbral de la vida, para inmediatamente sumergirse en las arenas del tiempo.
El tiempo... quien pudiese dominar al tiempo, que descaradamente te abandona a tu suerte, regalandote ese libre albedrio hipocrita, para luego desentenderse facilmente del tema.
Tambien es el unico que puede hacerte olvidar un recuerdo lentamente, alargar o reducir una pena y jugar con nuestra esperanza.
Todos somos hijos del tiempo, esclavos en realidad. Por eso tratamos de medirlo, calcularlo, no desperdiciarlo, amoldarnos a él; cuando en realidad deberia hacerse todo lo contrario...

Uno no puede aliarse con el tiempo, porque seria vivir bajo sus reglas, con una vida cronometrada y prefabricada. Tampoco sirve la negacion o luchar contra el, ¿como vencerias al tiempo? Es una batalla perdida de antemano, no vale la pena desperdiciar energias en eso; además, si el tiempo no va a esperarte, ¿por que tendrias vos que esperarlo a el?

La unica manera de vencer al tiempo es simplemente ignorandolo, es vivir no bajo sus reglas, sino bajo las nuestras; dejando que las cosas simplemente sucedan.
No importa a que hora, si es muy tarde o muy temprano, si se es joven o anciano.
Las edades no existen, son otro invento para decirnos que debemos creer hoy, que pensar dentro de un año, o de que forma comportarnos dentro de diez.

Nuestros proyectos, sueños, metas, deseos, fuerzas y limitaciones descansan en nuestro cerebro y en nuestro corazon, no en un reloj... nunca en un reloj.


martes, 19 de marzo de 2013

El mundo ha vivido equivocado













El mundo… un lugar loco… inestable, sin sentido común.
Donde todo se compra y todo se vende. Donde los dias pasan sin pedir permiso una y otra vez. Donde las personas viven sus vidas cumpliendo ordenes de otros. Donde vale mas una moneda que un beso o un abrazo. Donde no importa el mañana, porque todo es inmediato.


El mundo ha vivido equivocado, que cambiarlo parece imposible; hay cosas que nunca se entenderán... por eso lo esencial es invisible.